La convivencia escolar es una preocupación y un reto para la comunidad educativa. Por ello, en nuestra tarea por avanzar en la construcción de una educación inclusiva, consideramos necesaria la potenciación de aprendizajes para fomentar la solidaridad y la interculturalidad.
El sindicato tiene el compromiso de fomentar experiencias positivas que permitan construir relaciones basadas en el reconocimiento de la diversidad, el respeto y la convivencia, el ejercicio efectivo de los derechos y la igualdad de oportunidades, de manera que se prevenga cualquier tipo de discriminación en las aulas.
Actualmente se está produciendo una intromisión externa en el desarrollo cotidiano del proceso educativo, por lo que desde UGT reclamamos la no injerencia en la labor de los docentes y apostamos por que sean los centros educativos los lugares idóneos para el entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión, y por tanto para aprender a convivir en valores para la tolerancia, la solidaridad, la concordia y el respeto de los derechos humanos y la no violencia y la paz.
La educación para la paz y la no violencia es una línea fundamental de la educación en valores, esencial para fortalecer la convivencia en los centros escolares, para trabajar contra el discurso del odio y la radicalización y para la resolución pacífica de conflictos. Para lograr la paz, es imprescindible aprender a evitar la violencia y comprometerse con formas pacíficas de resolución de conflictos cada día, lo que incluye una apuesta educativa por la no violencia en nuestras aulas.