UGT hace un llamamiento a la creación de una mesa de dialogo para acabar con el deficit sanitario de nuestra provincia.

En estos días se ha publicado por fin el estado de las listas de espera en la atención sanitaria pública de Andalucía: Un termómetro del estado de salud del funcionamiento de nuestra sanidad.

Los datos son poco menos que escalofriantes pues a las listas de espera tanto para tratamientos quirúrgicos como para atención especializada y para servicios diagnósticos a las que ya estábamos acostumbrados a pesar de nuestras constantes denuncias, se han sumado los déficits sanitarios del tiempo de pandemia por la covid 19, y que esta Administración no ha sabido absorber en estos prácticamente dos últimos años de normalización sanitaria.

   Para poner un ejemplo de la situación que vivimos en Huelva,  podemos señalar que solamente el Hospital Juan Ramón Jiménez tiene 10.870 pacientes en lista de espera, de los que 5.748 están fuera de plazo (más de un año) con una demora media en total de 224 días frente a los 128 días del pasado año es decir, prácticamente 100 días más de espera. El Infanta Elena acumula 579 pacientes que superan los 365 días de espera de los 2.378 inscritos y el Comarcal de Riotinto acumula 414 pacientes con más de un año de espera para intervención de los 1.417 que están inscritos. Y solo el

 hospital concertado Virgen Bella consigue reducir los días de espera que pasa de tener 284 pacientes con un tiempo de espera de prácticamente tres meses a 169 pacientes con una demora de casi un mes.

 La falta de profesionales en prácticamente la mayoría de especialidades médicas en nuestra provincia es más que lamentable habiéndose puesto en riesgo unidades tan importantes como la unidad de Ictus en el Juan Ramón Jiménez, la UCI en el hospital Infanta Elena, o la Urología en el Hospital de Riotinto que ha tenido que formar parte de la gestión clínica del Hospital Virgen Macarena y a donde ya tiene que ir a operarse los pacientes del Área Norte de Huelva con aquellas patologías que requieren días de hospitalización.

A esto hay que sumar las cada vez más deficiencias en nuestra atención

 primaria con cada vez más dificultades para encontrar médicos de familia – especialidad en la que ya ni tan tampoco quieren formarse los nuevos licenciados y licenciadas de medicina y  el déficit de pediatras, lo que está provocando la falta de sustituciones por vacaciones y bajas por enfermedad y accidentes, poniéndose más difícil cada día, conseguir cita salvo que te vayas a la puerta del centro de salud a las seis o siete de la mañana.

 El descontento generalizado de los y las profesionales que saturados de

 trabajo se ven ningunéado por una administración insensible que tampoco es capaz de reconducir un sistema retributivo caduco, insuficiente, e injusto, así como incapaz de poner en marcha ninguna medida que sirva de acicate para atraer y estabilizar a profesionales en nuestra querida provincia haciéndonos cada vez más dependientes de Sevilla y a donde

 incluso tenemos que llevar a nuestros niñas y niñas para operarse de una

 simple apendicitis.

 Una vergüenza de sistema sanitario público que desde hace un mes se ha

 quedado sin presupuesto incluso para pagar las nóminas de sus profesionales debiendo el gobierno haber tenido que reconducir la situación presupuestaria para hacer posible el pago, y mientras se presupuestan casi 800 millones de euros destinados a contratos con

 entidades privadas para paliar el déficit sanitario que ellos mismos han

 creado y que antes exponíamos y que llevamos años denunciando.

 800 millones que se licitarán y que ni los propios empresarios privados

 saben cómo y a qué servicios podrán optar.

 Ante toda esta situación, el Comité de UGT Servicios Publicos Huelva  resuelve denunciar esta situación y hacer un llamamiento urgente a la administración sanitaria para conformar una Mesa de Diálogo que sirva para adoptar decisiones propias

 para nuestra provincia a fin de resolver definitivamente el déficit sanitario que durante años llevamos soportando en Huelva tanto en la atención